Seguramente habréis pensado en más de una ocasión que esto de la bolsa es puro azar... como si de un juego de cartas se tratase.
Pues bien, para mí es obvio que hay muchas similitudes. En particular, yo hoy voy a intentar profundizar en la relación entre la bolsa y el poker.
Yo nunca había jugado al poker.
Empecé a jugar con un grupo de amigos hace un par de meses, y hemos tomado la costumbre de jugar uno o dos días por semana. Al principio, lo reconozco, era terriblemente malo: no sabía gestionar las jugadas.
Hay una parte importante que es escudriñar a los demás jugadores, analizar sus reacciones e interpretarlas para saber si llevan buenas cartas o van de farol.
Pero luego hay otra parte, para mí más importante, que es saber gestionar las propias cartas o lo que sería equivalente en bolsa, saber hacer un control del riesgo.
En poker no siempre se puede tener buenas cartas. Se pueden tener rachas más o menos buenas. Pero para no caer de buenas a primeras, hay que saber controlar las apuestas. Uno se puede echar un farol de vez en cuando, pero también hay que saber cuándo no se tienen cartas para ir. Hay que apostar fuerte y arriesgar cuando se tienen cartas, y saber retirarse a tiempo, aunque sea perdiendo, antes que hacer un "all in" movido por el orgullo propio y perder la partida.
En bolsa pasa lo mismo. Hay que saber cuándo tenemos realmente motivos para entrar y cuando no. No hacer entradas impulsivas al ver un movimiento volátil, que muy probablemente nos llevará a entrar de forma precipitada.
No es lo mismo aguantar una posición perdedora cuando se está cerca de un nivel de soporte o resistencia, que cuando se ha entrado largo simplemente porque había bajado mucho.
Hay que saber esperar a tener cartas sin desesperar (de nuevo, una entrada temprana suele llevar a una posición a la contra inmediata) Hay que saber cuándo dejamos de controlar una jugada (o una operación), y simplemente nos dejamos llevar por los contrincantes (esos tibus). Cuándo estamos tomando riesgos que pueden comprometer la partida (o nuestra cuenta).
Pero también hay que saber cuándo tenemos una jugada ganadora, y hay que apostar fuerte: en bolsa, si hemos preparado una entrada, hemos esperado al momento justo (sin tener miedo de quedarnos fuera aún habiendo acertado el movimiento... ya habrá otras ocasiones) y hemos definido el stop claramente, hay que saber aguantar los beneficios... incluso aumentar posición, y tener aguante para esperar de nuevo a que llegue a nuestro objetivo; en cualquier movimiento siempre hay tramos correctivos que hay que saber soportar.
Son muchas las similitudes pues. Básicamente se trata de control emocional, y control de riesgos. Lo demás: análisis chartista, sistemas, búsqueda de patrones repetitivos, etc. se puede conseguir fácilmente: sólo hay que dedicarle tiempo.
Pero el control de los sentimientos no se consigue con práctica.
Yo no se cómo se consigue... disciplina, dirían algunos: es fácil ser disciplinado cuando se aplica un stop asumible... pero para ello hay que tener la operación controlada de principio a fin... y si no, pues fuera. No tiene sentido estar dentro, no tiene sentido jugar todas... porque lo más normal es que salgamos perdiendo.
Así, sólo quiero invitaros a probar este juego, el poker.
Es probable que sea casualidad... no puedo demostrarlo, pero desde que he aprendido a dominar mis partidas de poker (gane o pierda, mantener el control) me va mejor especulando.
Por supuesto el nivel de apalancamiento es muy importante a la hora de mantener ese control.
Pero hace mucho ya llegué a la conclusión de que para ganar en bolsa era necesario arruinarse por lo menos una vez (y eso ya es otra historia)... jugar al poker y perder nos da la oportunidad de pasar por sentimientos parecidos a los que se pasan durante una ruina (llamando eso a perder todo el capital dedicado a bolsa, no los ahorros necesarios para subsistir, claro)... y total, es probable que perdamos mucho más dinero en bolsa frente al ordenador, que en una buena timba con amigos y pasando un buen rato.
Buenas noches amigos!
2 comentarios:
Espero no incordiar demasiado. La verdad es que es este un tema que da para mucho: la bolsa.
En primer lugar incido en la parte en la que la tratas como juego. Este es un importante matiz en el que no ahondo más porque nos desvía de la cuestión. Pero sí insisto en lo más importante que, para mi es, el azar. Si admitimos que la bolsa, es puro azar, entonces la lógica dictamina que al análisis técnico debemos de enterrarlo y, como bien dices, nuestro éxito dependería solamente de la estrategia, en suma de nuestra habilidad.
Y ahora pregunto, cuando uno abre una posición ¿qué cartas le tocan? Supongo que si la cosa va mal y la posición se pone en rojo no tenemos ni dobles parejas. ¿Y nuestros contrincantes? Sólo sabemos que hay más dinero que va en dirección contraria a la nuestra que a favor y que, de momento tienen mejores cartas. ¿De qué nos sirve el farol?
Quiero decir ¿a quién engaño para que se retire y gane yo?
Lo que sí puedo tener son pautas de actuación o sistemas más o menos eficaces de los que, mucho me temo, que saldremos airosos dependiendo del azar.
Hasta la fecha nadie ha demostrado ni esto, ni lo contrario (hablo del azar), luego toda opinión es respetable.
Pero ¿y si no es azar? ¿ganarían los listos? ¿los habilidosos? o ¿los que ponen las reglas?.
Espero no haber preguntado demasiado.
Y gracias por el artículo.
Hola anónimo.
Perdona haber tardado tanto en responderte pero primero tardé en ver la entrada, y luego tardé en encontrar un momento adecuado para contestar jeje.
En primer lugar, no estoy de acuerdo en que la bolsa sea puro azar. Es un juego que sigue unas reglas determinadas (o adaptativas, no se), pero el caso es que es un juego creado, al menos en el caso de los futuros para sacar la pasta a la mayoría de los pringaos que pasamos por aquí.
La mayor parte de la gente que se acerca a los mercados, opera de forma discreccional y sus entradas y salidas, aunque crean (creamos) basarlas en el análisis chartista, al final se entra y se sale por motivos directamente relacionados con el estado emocional: confianza, euforia, vértigo, miedo, tensión, desesperación... todo eso yo creo que está perfectamente controlado por aquellos que mueven el dinero, llámeseles cuidadores o como se quiera, y la mayoría de los que operan discreccionalmente en base a sus emociones, pasan por momentos muy parecidos, y estoy seguro que operan de forma muy parecida, entrando largo en comienzos de caídas y cerrando en momentos de pánico y cerca de mínimos, etc.
Pues eso, que me enrollo, no creo que el mercado sea puro azar, es un juego muy bien diseñado para que la mayor parte de los que entran pierdan dinero. Pierdan todo su dinero de hecho.
Partiendo de ese supuesto, existen unas reglas, que no conocemos.
Dado que existen unas reglas, podemos buscar operativas sistemáticas y estudiarlas en base a la única información que tenemos, el comportamiento pasado del gráfico.
Así, podemos estudiar nuestras estrategias teniendo en cuenta diversos parámetros, que deberíamos poder someter a análisis estadístico: una posibilidad es analizar la fiabilidad del sistema empleado, relación de ganancias pérdidas, y aderezarlo con una adecuada gestión de la posición.
Así, volviendo al tema del artículo, si la posición se vuelve en contra, si tal y como dices sería como ir de farol, yo haría la siguiente analogía con el poker: cuando vas de farol, tienes que saber hasta dónde vas a aguantar. Si se trata de un farol en el que vas a apostar hasta llegar al "all in", tarde o temprano te arruinarás. Por eso hay que buscar un stop de beneficios, o un nivel mental del que no debemos pasar, puesto que peligra nuestra partida...
Hay que tener en cuenta que jugar en futuros sería algo así como jugar contra la banca... y la banca siempre gana.
Bueno, me ha salido un ladrillo más grande que el tuyo. Espero no haber dicho muchas tonterías pero no pienso releer lo que he puesto jeje.
un saludo
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